El Presupuesto de la Unión Europea se financia principalmente con recursos propios que aportan los Estados miembros, y por tanto España. Estos recursos son: los recursos propios tradicionales (las normas sobre su gestión se establecen por la UE, y los Estados miembros y España se limitan a poner a disposición de la Unión la recaudación obtenida reteniendo a título de compensación por la gestión realizada un porcentaje del 20% de los ingresos totales, el recurso propio procedente del IVA y el recurso propio basado en la RNB (que incluye el pago de la carga financiera que asumen los Estados miembros por la corrección concedida al Reino Unido y por las reducciones reconocidas en su aportación a Dinamarca, Países Bajos, Suecia y Austria en el período 2014-2020.
Adicionalmente, España realiza aportaciones al Presupuesto de la UE por otros conceptos: prestación de servicios, multas y pagos por intereses de demora.